CARISMA DE LA OBRA DE AMOR Y REDENCIÓN
El testimonio vivo de quienes viven su entrega a Dios por amor es signo de la acción del Espíritu Santo, signo claro y visible de la interacción amorosa de Dios y los hombres. Por eso, la Obra de amor y redención toma, por encima de cualquier otro, el signo del amor que se recibe y se da a todos sin medida ni condicionamiento. Nuestro carisma consiste en dejar que Dios sea el Hacedor de toda nuestra vida para que, por la acción de la Gracia, podamos ser transformados en corriente de vida y salvación para los demás.
LEMA DE LA OBRA DE AMOR Y REDENCIÓN
“Por la entrega para la salvación de las almas”
Guiado por el Espíritu Santo el Peregrino toma este lema que lo acompañará a lo largo de su camino de fe y de entrega a Dios.
Este lema vivido a través de este carisma particular hace que el Peregrino viva su entrega consciente de que de esta manera sirve a Dios por medio de su propia ofrenda.
MISIÓN
Nuestra misión es la de dar a conocer un camino para la santificación a través de nuestra entrega a Dios en el diario quehacer de la vida a fin de ser transformados por el Espíritu Santo en corriente de vida y salvación para el mundo.
Todas las personas son invitadas a conocer el carisma de la Obra de amor y redención para que puedan vivir la experiencia de hijos de Dios llamados a la plena realización de sus vidas por el amor.
VALORES
Los valores y principios espirituales en los que se basa la Obra de amor y redención son: la oración diaria como sustento de la vida espiritual, la vida sacramental, la lectura y escucha de la Palabra de Dios y reflexión grupal de la misma, el llamado a vivir la entrega cada día y el amor ofrecido en todo momento por los demás.
Para poder vivir fielmente el carisma de la entrega y de la ofrenda buscamos la apertura y disposición del corazón a Dios, el abandono en la voluntad divina y la devoción filial y confiada a María, Madre de los Peregrinos.