Los comienzos de la Obra de amor y redención se remontan al año 1991 en Buenos Aires, Argentina. A raíz de un llamado particular sucedido durante un retiro espiritual, la señora Patricia Mingo de Grinenco comenzó a enseñar el camino de transformación interior que busca la santificación y la salvación de las almas a través de la entrega diaria a Dios de todo lo vivido. Sus primeras actividades tuvieron lugar en la catequesis familiar en la Diócesis de San Isidro, Provincia de Buenos Aires. Posteriormente se crearon grupos de perseverancia que dieron lugar a Talleres que fueron extendiéndose a distintas diócesis y a otros países.
Los Talleres tienen como objetivo dar a conocer el camino de la entrega y crear pequeñas comunidades en las que los Peregrinos comparten el carisma y participan de la oración conjunta como también de retiros. Las pequeñas comunidades conforman la Obra de amor y redención.