Preparándonos para la Cuaresma
Si la Iglesia instituyó este tiempo de penitencia y oración, lo hizo porque todos necesitamos tiempos en nuestra vida que nos ayuden a reflexionar. ¿En qué debemos reflexionar los hijos de Dios sino en el sentido de nuestra existencia, en cómo estamos viviendo y en que la vida es frágil y concluye? Todos estos pensamientos nos ayudan a caminar rectamente. Las cosas que nos rodean nos distraen de lo que es esencial, sin embargo, son necesarias puesto que estamos hechos de un cuerpo que mucho demanda y de un alma que muchas veces es dejada en un segundo lugar. Pues bien, la Cuaresma es ese tiempo en que se debe meditar más, acercarse a los Sacramentos, orar más y estar más atentos a la voz de Dios. Por eso, son tan importantes y buenas las obras que se realizan durante este tiempo, porque nos recuerdan que Dios es todo amor y que debemos amar por encima de todo. Las prácticas cuaresmales ayudan a elevar el espíritu, a dar lugar a la contemplación de las cosas de Dios.