La Sabiduría nos sale al encuentro
El Libro de la Sabiduría nos dice que Ella busca por todas partes a los que son dignos de recibirla (Sabiduría 6,16). Todo aquél que la busca con sincero y humilde corazón la encuentra fácilmente porque Ella misma se le manifiesta. La Sabiduría consiste en conocer lo que es Perfecto, es decir, a Dios. Y a Dios se lo conoce por medio de su obrar en nosotros y en todas las cosas. De manera que podemos decir que la Sabiduría es el conocimiento del obrar de Dios en el quehacer de nuestra vida y en la vida de los demás.
Es tan importante adquirir la Sabiduría de Dios que sin Ella no es posible comprender nada de lo que Dios hace en nosotros, en las almas todas y en el mundo entero. Así, conocer a Dios y su modo de obrar es obtener la capacidad de responder a Dios en todo lo que nos pide y manifiesta. Es tener la capacidad y la claridad para adelantarse a su Divina Voluntad y salir a su encuentro con un: “¡Aquí me tienes!”. Comprendamos entonces que la Sabiduría de Dios está al alcance nuestro siempre que queramos recibirla.