La luz del entendimiento
Todo buen deseo o impulso nos viene dado por la Gracia divina. Es el mismo Dios quien nos orienta acerca de lo que es bueno y le agrada. Si queremos aprender a discernir las cosas de Dios en nuestra vida y en lo que nos rodea, es necesario invocar al Espíritu Santo pidiéndole el don del entendimiento. Este don es luz sobrenatural y agudiza nuestros sentidos y nuestra inteligencia para poder comprender y discernir el obrar de Dios. Cuando se recibe la luz del entendimiento se obtiene la capacidad de comprender todo lo que Dios nos dice y nos muestra. Este don se adquiere mediante la oración y la apertura a la luz del Espíritu que desciende a nuestra mente y a nuestro corazón, y nos dice que la Verdad está a nuestro lado señalándonos el camino.