La fe de María ante el Anuncio
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. (Lucas 1, 26-27)
Meditación del texto bíblico:
El relato que nos hace Lucas de la Anunciación es completo y nos da a conocer cómo fue la reacción de María ante el anuncio y su respuesta: se desconcierta ante la presencia del ángel, pero no pone en duda sus palabras. Al contrario, una vez que ha comprendido qué le está diciendo y cuál es la voluntad de Dios, se entrega a sí misma en un acto de fe absoluto. Este hecho, tan singular y trascendental para nuestra salvación, no deja de maravillarnos. La presencia del Arcángel y sus palabras son una verdadera interpelación para nosotros y nos hablan de la escucha atenta de María y de su respuesta generosa.
Una mirada al corazón:
Dios quiere que María sea su Madre, quiere encarnarse para salvarnos y envía al Arcángel Gabriel a anunciarle este acontecimiento. En nuestra vida de fe sabemos que Dios nos invita a seguirlo, nos da una misión y nos anima a realizarla. Dejemos que sea nuestra Madre la que nos inspire nuevos y firmes deseos de servir a Dios con nuestra entrega pequeña y confiada.
Oración a San Miguel, Gabriel y Rafael:
Ruego a los santos Arcángeles en este quinto día en el que recordamos la Anunciación, que pueda, estar como María dispuesto a entregarme a Dios sin miedo y con confianza, sabiendo que “para Dios no hay nada imposible”. Amén.
Termina el día con: Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Santos Arcángeles rueguen por nosotros.