Y la Palabra se hizo carne
Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. (Juan 1, 14)
- Nos acercamos a la Navidad y me pregunto si verdaderamente él habita en mí por el amor con el que vivo, por la fe y la confianza puesta en él.
- Jesús vino al mundo para habitar entre los hombres y habitar en nosotros. Vino para quedarse y lo hace cada vez que lo dejamos entrar en nuestra vida.
- En este séptimo día, pido al Espíritu Santo que me ayude a disponerme a recibirlo, ya no como recién nacido, sino como Salvador mío, como al Hacedor de toda mi vida.
- Tomo conciencia del poder que tiene Dios en mí cada vez que le digo que sí, que lo dejo estarse en mí.
- Me abandono en él en este día en paz, sabiendo que siempre viene cuando lo invoco.