(Para rezar cada día)
Dios Eterno, por los Méritos inefables de tu Hijo Jesucristo, por su Amor y los Padecimientos que sufrió durante su Vida mortal, especialmente durante su cruenta Pasión, yo te ofrezco mi pequeña vida, unida al Corazón Inmaculado de María, por la salvación de todos mis hermanos, especialmente por los que no te conocen y por los que no te aman.