ORACIÓN A MARÍA MADRE DE LOS PEREGRINOS
María, tú has querido ser nuestra compañera en este camino de la entrega que vivimos cada día. Te tomamos como nuestra Madre de los peregrinos para que vayas siempre adelante nuestro abriéndonos el camino, señalándonos la meta y dándonos ejemplo de amor que se dona y se ofrece.
Nos confiamos a ti, dulce Madre nuestra, porque sabemos que por ti el camino es seguro y vislumbramos la meta sin temor. Afiánzanos cada día en nuestro compromiso de amor y de ofrenda para que podamos ser instrumentos tuyos y servir en la causa de la salvación de las almas. Amén.
Junto a la cruz de Jesús estaba su madre. (Juan 19,25)
REFLEXIÓN
El amor llevó a nuestra Madre a los pies de la cruz. Es el sublime acto de entrega que ella hizo al Padre: se entregó a sí misma a su santísima voluntad entregando a su propio Hijo. Lo hizo por voluntad propia, pues desde la Anunciación no hubo en su Corazón otro deseo que cumplir su misión de Madre de Dios asociándose al destino redentor de su Hijo. Esto es: acompañar y sostener a Jesús en su misión de salvar a todos los hombres. Una sola voluntad los unió hasta el fin.
MIRADA INTERIOR
¿Qué sentimiento interior me lleva a decir sí al querer de Dios? ¿Soy consciente de que mi vida tiene valor inmenso en las manos de Dios cuando le digo que sí a su voluntad?
INTENCIÓN
María se entregó totalmente toda su vida. Esta disposición suya abierta a la gracia hizo posible que Jesús llevara a cabo la redención para todos. En este sexto día pido a María, Madre de los peregrinos, que me guíe en mi camino de entrega para que pueda estar siempre abierto a los que Dios quiera de mí.
ORACIÓN
Padre de todas las misericordias, ayúdame a entregarme cada día más. Haz posible que mi vida sea un constante sí a tu voluntad para que pueda colaborar con Jesús en la obra salvadora a imitación de María. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.