CONSAGRACIÓN
Sagrado Corazón de Jesús, hoy consagro mi pequeño corazón a ti para que por medio de la ofrenda de cada día y de toda mi vida, viva unido a ti por el amor a Dios y a mis hermanos. Quiero hacer de mi vida una ofrenda permanente. Cúmplase tu voluntad. Amén.
“Él se entregó a mí, por eso, yo lo libraré; lo protegeré, porque conoce mi Nombre; me invocará, y yo le responderé”. (Salmo 91,14)
REFLEXIÓN
El Sagrado Corazón se nos da a sí mismo para que podamos recibirlo y unirnos a él. Él es nuestro refugio seguro contra todo lo que pueda ser obstáculo a su amor, contra las tensiones y toda situación de dolor e incertidumbre. Por eso lo invocamos siempre y en todo lugar sabiendo que somos cobijados y protegidos en nuestro camino.
EXAMEN
¿Me siento cuidado y protegido por el amor providente de Jesús?
INTENCIÓN
Quiero vivir con plenitud y en paz sabiendo que el Divino Corazón jamás desoye mis pedidos ni me desatiende en mis necesidades. Quiero saberme amado y sostenido en todo momento por él.
ORACIÓN
Corazón de Jesús que viviste intensamente tu vida terrena, que te ofreciste sin descanso por mí y por todos mis hermanos, dame tranquilidad y paz para que pueda vivir con serenidad y optimismo cada día sabiéndote muy cerca de mí. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.