No te prives de un día agradable ni desaproveches tu parte de gozo legítimo. (Eclesiástico 14,14).
Oración de abandono
Dios Eterno, me abandono en este día a ti para que seas tú el Hacedor de toda mi vida. No deseo otra cosa que vivir lo que tú quieras y hacer tu divina voluntad. Que mi alma se eleve, oh Dios mío, y sea tomada por tu Divina Bondad y llevada a la realización plena de tus designios. Me abandono hoy para siempre en tus manos. Amén.
Reflexión
En este tercer día de la Novena, el Espíritu Santo nos invita a descansar en su presencia y cercanía dejándonos iluminar por él para que podamos seguir sus inspiraciones y vivir siempre atentos a todo lo que quiere de nosotros.
Intención
Me animo a gozar de la presencia de Dios simplemente regalándole unos minutos de mi día para escucharlo y recibir su amor.
Termino el tercer día rezando el Padre Nuestro, el Avemaría y el Gloria.