Nosotros obramos con integridad, con inteligencia, con paciencia, con benignidad, con docilidad al Espíritu Santo. (2 Corintios 6,6).
Oración de abandono
Dios Eterno, me abandono en este día a ti para que seas tú el Hacedor de toda mi vida. No deseo otra cosa que vivir lo que tú quieras y hacer tu divina voluntad. Que mi alma se eleve, oh Dios mío, y sea tomada por tu Divina Bondad y llevada a la realización plena de tus designios. Me abandono hoy para siempre en tus manos. Amén.
Reflexión
Ser dóciles a la acción del Espíritu significa no oponer resistencia a lo que Dios nos pide sino que, con espíritu humilde, dejar a Dios hacer en nosotros. La fidelidad a Dios consiste en ser dóciles al Espíritu Santo.
Intención
Hemos llegado al sexto día de la Novena, pidamos la gracia de la docilidad para que podamos perseverar en el camino de nuestra entrega y abandonarnos cada vez más en las manos de nuestro Padre del Cielo.
Termino el sexto día rezando el Padre Nuestro, el Avemaría y el Gloria.