Por amor a Dios y a todos mis hermanos, hoy me ofrezco al Amor de Dios como alma víctima. Pongo mi vida y toda mi persona en total disposición para que la Obra de amor y redención se realice por esta mi ofrenda total. Amo con toda mi vida y mi pequeña voluntad los designios de tu misericordia para conmigo. Quiero hacer de mi vida, silenciosa y oculta, un ejemplo de amor para todos mis hermanos. Quiero de ahora en más rendirme a tu santa voluntad. Amén.
Espíritu Santo, tómame como pequeña alma víctima en este día, sírvete de mí para que muchos hermanos míos puedan alcanzar el perdón y la paz, dispón de mí para que puedas llevar adelante la Obra de amor y redención que estás por ofrecer a la Iglesia entera. Amén.
Jesús mío, te pido que me conviertas en verdadera alma dadora de sí misma. Toma en este día mi vida entera y utilízala para la salvación del mayor número de almas posible. Me entrego a ti por tu Obra de amor y redención por la que te doy y ofrezco mi vida. Amén.
Promesa de los Peregrinos
Señor mío, renuevo mi promesa de ser tuya/o. Quiero que te sirvas de mí en todo momento para que lleves adelante tu Obra de amor y redención. Me entrego en este día completamente a ti y te digo: sí. Ven a mí, Señor, y lléname de tu amor y de tu gracia para que pueda ser fiel a ti en este camino de mi entrega. Te prometo, oh Dios mío, servirte en la causa de la salvación de mis hermanos por medio de mi ofrenda a ti. Por tu Obra y para gloria tuya. Amén.