Te adoramos Cristo...
CUANDO LO LLEVABAN, DETUVIERON A UN TAL SIMÓN DE CIRENE, QUE VOLVÍA DEL CAMPO, Y LO CARGARON CON LA CRUZ, PARA QUE LA LLEVARA DETRÁS DE JESÚS. (Lucas 23, 26)
No es posible que sigas adelante… alguien debe ayudarte a llevar la cruz.
Jesús mío, sigues subiendo y la pesadísima cruz viene detrás tuyo. Déjeme tomar mi parte, la que yo tengo que llevar cada día para que el peso de tu cruz no sea tan grande. Quiero hacerlo ofreciéndote cada cosa que vivo, cada pequeño dolor que desaparece frente al tuyo. Quiero tomar parte de esta obra salvadora tuya haciendo que mi vida entera sea un ofrecimiento de todo lo que vivo. ¡Sí Jesús, quiero ayudarte a llevar la cruz!
Padre Misericordioso, que la visión dolorosa de Jesús con la cruz a cuestas en el escarpado camino hacia el Calvario imprima en nosotros verdaderos deseos de ofrecernos nosotros mismos y de esta manera podamos ayudar a nuestro Salvador a llevar su pesada cruz, amando, dándonos por los demás y tomando con amorosa aceptación nuestras propias cruces para que colaboremos así con él en la redención de todo el mundo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.